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Siete reglas para un uso seguro de medicamentos

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Os invitamos a conocer la iniciativa de concienciación ciudadana sobre el uso seguro de los medicamentos que hemos puesto en marcha desde el laboratorio de prácticas innovadoras en polimedicación y salud (PoliMedLabs) y No Gracias, en colaboración con OCU (organización de consumidores y usuarios)-Salud.

La campaña se llama PastillasLasJustas.org. Se ha divulgado a través de la revista de salud de la OCU a partir de folletos informativos, en la página web y a través de las redes (#PastillasLasJustas).

La campaña tiene por objeto divulgar una serie de consejos -algunos de ellos basados en la evidencia, otros de sentido común-, para un consumo más crítico, juicioso y prudente de los fármacos.

Para ello, además de poder descargarte el folleto con las 7 reglas en conjunto o los de cada uno de los consejos por separado, pondremos a tu disposición una presentación para utilizar en tu centro de trabajo con tus compañeros o para actividades de educación para la salud ciudadana, y así contribuyes a divulgar la campaña y las reglas para el uso seguro de los medicamentos.

pastillaslasjustas presentacion ciudadanos

pastillaslasjustas presentacion profesionales

La campaña se presentará el martes 14 en la sede madrileña de OCU, sita en la calle Albarracín, a las 12 horas. Los medios de comunicación que deseen cubrir la rueda de prensa pueden leer la convocatoria aquí.

Esperamos poder contar contigo.

Gracias,

 

Equipo de PolImedLabs

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¡Estoy embarazada, no enferma!

El embarazo es una de las situaciones fisiológicas de la vida que con mayor rotundidad ha sido medicalizado en las últimas décadas. La presión médica es tal que muchas mujeres reaccionan al miedo y se resisten a que se les siga considerando enfermas sin estarlo.

Esta es la reflexión que nos traslada Raquel Vaz, médico de familia de Brasilia, una de las becadas por  daremos en la 25 Escola de Salut Pûblica de Menorca. Quedan pocos días, pero aún puedes inscribirte a partir de este link.

¡Nos vemos en Maó!

Medicalización embarazo
¡Estoy embarazada, no enferma!
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Empastillad@s

Hace unos días os comentamos que estábamos haciendo públicos los trabajos seleccionados en el concurso de ideas sobre medicalización.

Le toca el turno a María Miret, periodista, que nos envía algunas reflexiones sobre las etiquetas fáciles, la escasa profundización en el mundo del paciente y la falta de imaginación que a veces nos impipde ver otra salida que los medicamentos

Este y otros temas se analizarán en el curso sobre «Medicalización de la vida cotidiana» que daremos en la 25 Escola de Salut Pûblica de Menorca. Recuerda que aún puedes inscribirte a partir de este link.

Foto presentada en el I certamen de fotografía #PolimedFest
Foto presentada en el I certamen de fotografía #PolimedFest

Me alarma la cantidad de casos que conozco últimamente de personas a las que su médico de familia receta pastillas. Me refiero a gente joven, sin graves problemas en la vida más que la habitual ansiedad por sobrecarga de trabajo, dificultad para compatibilizar las responsabilidades familiares con las laborales, angustia en definitiva propia de los tiempos que nos ha tocado vivir. Lo que me preocupa no es que se prescriban medicamentos cuando son necesarios, obviamente.

No pongo en duda la idoneidad de la medicación en casos que los profesionales consideren indispensables. Lo que pongo en duda es que, para cuestiones vitales como las anteriormente descritas, se dé por sentado que la medicación es la única solución. Me he dedicado a preguntar a todas estas amistades y colegas si además, de los antidepresivos, el médico les había planteado alguna otra alternativa. La respuesta es “no”. Es más, a ninguna de estas personas nadie más que yo les ha hablado de la respiración, de las técnicas de relajación o del yoga. Prácticas como la meditación que pueden ayudar a superar momentos de crisis existencial.

¿Qué las medicinas a veces son necesarias? Sin duda. ¿Que no siempre son el único recurso? Dejo la pregunta abierta. En noviembre 2010 escribía en mi blog “esencia” una entrada bajo el título “Empastilladas en una sociedad que nos anestesia”. En ella citaba el artículo “Mujer y psiquiatría, de la histeria a la depresión”, publicado por Diagonal en su número 135, del 14 al 27 de octubre de 2010, en el que se abordaba “el abuso de los psicofármacos” y la actual “medicalización de los trastornos”. El periódico denunciaba que vivimos en “una sociedad medicalizada” en la que el sistema sanitario “patologiza” los problemas, especialmente de las mujeres. El problema, tal y como explico ahora, no está cuando se trata de una patología que necesita un medicamento, sino cuando hablamos de “una patología que necesita un cambio vital”. Es decir, cuando detrás de una depresión hay una persona que necesita un cambio en su vida.

Tal y como hice en su momento en aquel post, rescato ahora la historia de mi amiga que, después de 8 años trabajando en una empresa como coordinadora de un equipo humano, comenzó a tener crisis de ansiedad detrás de la que se escondía también una crisis vital más profunda: de falta de sentido, de replantearse la vida tal y como la había vivido hasta entonces.
El médico de familia la remitió a una psiquiatra que enseguida le dio la baja y le recetó medicamentos. Tras unas semanas de descanso, comenzó a sentirse mejor. Así que la doctora comenzó a sugerirle la idea de volver a trabajar. Mi amiga intentó explicarle que la empresa y su puesto de trabajo en concreto eran la causa de su malestar y que, si volvía, regresaría a sentirse mal. Tenía miedo además de caer en una dependencia con la medicación. La solución que la psiquiatra encontró fue recomendarle que tomara pastillas para ir a trabajar. Ella buscó una terapeuta, negoció el despido con su empresa y dio un giro radical a su carrera y a su vida personal. Resuelta la causa, eliminada la ansiedad..

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Quiero que sepas…

Del 22 al 24 de septiembre, tendrá lugar en el Lazareto de Mahón la Escuela de Salud Pública de Menorca. En él, PoliMedLabs colabora con un curso sobre medicalización de la vida doméstica.

Hemos otorgado 3 becas para la inscripción en el curso, previo consurso de ideas. En las próximas dos semanas daremos a conocer los trabajos seleccionados.

El primero es de María Pilar Arroyo, médico de familia de Navarra. Se titula «Quiero que sepas», y es una reflexión, desde la práctica clínica, sobre la idea predominante de que lo que los pacientes quieren es que se les mande medicamentos para sus problemas.

Y recuerda: ¡Aún estás a tiempo de inscribirte a partir de la página web de la Escuela (aquí)!

Foto presentada al I Certamen de fotografía #polimedfest
Foto presentada al I Certamen de fotografía #polimedfest

 

Se suele hablar de medicalización cuando con medicinas abordamos problemas y situaciones que antes no constaban bajo el concepto de enfermedad y se hacen susceptibles de abordaje farmacológico. Los medios generalizan informaciones que la sociedad incorpora y crea opinión en aras de fomentar el uso de fármacos para prevenirlos o tratarlos… y los profesionales corremos el riesgo de asumirlo.

Por otro lado, en mi experiencia y creo también entre los compañeros, es habitual la solicitud de familiares, amigos, próximos en general… de ayuda, de apoyo y puesta en común con su médico de familia de problemas que afectan a otros que les rodean y quieren.

Así, Tomás me abordó al salir de su casa, tras visitar a su madre anciana, para comentar que su hermano Adolfo no estaba bien. Que se despertaba con frecuencia en la noche y estaba perdiendo peso, que sufría mucha presión en el trabajo y yo debía de saberlo por si él no lo comentaba. Algo había que hacer. Reforcé la importancia de que él estuviese al tanto y quedé a la espera de que viniese a consulta.

Ángela, muy enferma, se me acercó en el pasillo del Centro de Salud a hablar de lo apesadumbrado y bajo de ánimo que veía a Félix, su marido. Estaba preocupada y pensaba que debía venir a verme y sería bueno darle algo…Cuando yo ya sabía del tema y del mal que le corroe por dentro: acompañar el proceso final de ella, de su pareja, tras cuarenta años juntos. Recogí su preocupación y acordé estar al tanto en las próximas consultas.

Vicente me lanzó desde la puerta de la consulta, según entraba otro paciente, que el traumatólogo había encontrado roto un menisco a su esposa y que le iban a operar de la rodilla tras el verano…”Para que lo sepas” (… dado el global de problemas que afectan a la familia, pensé). Asentí y expresé que quedaba informada para lo que fuera surgiendo.

Aurora miraba al suelo cuando nos cruzamos y, a mi saludo, se quedó quieta y comentó: “¿Ya sabes cómo está Lorenzo?, no le darán más tratamiento”…La respuesta sobre mi seguimiento a través del ordenador e historia informatizada, la serenó…respondía a la continuidad que demandaba.

Me pregunto, en cada uno de los casos existía una demanda ¿de fármacos? Compartir el problema (ese “vaciado”) ¿no forma parte de la terapia? y, desde allí, ver de afrontarlo con el profesional de referencia. ¿Condiciona siempre un tratamiento añadido? En nuestra mano: escuchar, acompañar, ampliar el horizonte, reforzar lo que ya funciona, manejar la incertidumbre, dar otro enfoque al problema, reconsiderar creencias y expectativas,…

Indicar un fármaco no parece ser siempre esa primera opción, la elección está en nuestra mano. Tú decides..

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Quiero y no puedo

[Lectura en dos fases basada en un caso real de esta misma mañana en un consultorio de atención primaria]

Primera lectura: de cómo el marketing farmacéutico puede concebir unos esquemas mentales que condicionan nuestras expectativas e incluso la forma de llevar una consulta médica.

Felisa y Fortunato tienen sesentaytantos. Como siempre, ella es la que toma la iniciativa en temas de salud.

Felisa: ¿Puede ser normal que a mi marido le entren ganas si luego no puede?

Yo: Y tanto. Una cosa es el deseo sexual y otra la potencia o el grado de erección.

Felisa: ¿Y eso tiene solución? Porque es un problema…

Yo: Y tanto… Lo es para usted. ¿Y para usted, Fortunato?

(Fortunato asiente, sonriendo, pero callado)

Yo: Hombre, pues solución solución… ¿Se refiere a tomar fármacos?

Felisa: Sí, que le mandara usted algo, ya sabe.

Yo: Bueno, siempre podemos recurrir a la viagra y similares.

(Felisa aparta la mirada. Carraspea. Me vuelve a mirar, esta vez sonrojada)

Felisa: Veo que no me ha entendido. ¡Así no haríamos sino empeorar la situación! Yo más bien me refería a algo para quitarle las ganas…

Segunda lectura. De cómo a uno se le puede ir la pinza y proponer añadir un fármaco de forma retorcida para quitar los efectos adversos de otro fármaco.

Ante la demanda de Felisa, lo primero que se me ocurre es ponerle un antidepresivo. Muchos de ellos tienen como efectos adversos disminuir el apetito sexual. Pero Fortunato no tiene depresión…

No es la mejor salida, lo sé, pero no encontraba en ese momento otra. Hasta que caí en la cuenta que Fortunato tiene enfermedad de Parkinson. Repasé los medicamentos que estaba tomando (Carbidopa, Entacapona, Levodopa y Pramipexol), miré en la ficha técnica, y todos ellos pueden producir aumento de la líbido y trastornos del control del impulso sexual.

Ahora mismo tiene que estar volando en dirección al hospital un volante solicitando opinión al neurólogo para ver si podemos hacer algo por cambiar la medicación de Fortunato y evitarle estos trastornos.

Y así, de paso, conseguimos que Felisa no se sienta tan mal por no seguir los impetuosos deseos de su marido..

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Convocatoria de becas para curso Medicalización de la vida cotidiana

¿Sabes componer música? ¿Eres bueno haciendo comics o viñetas de humor gráfico? ¿Te gusta escribir? ¿O eres periodista y te gusta hacer reportajes en profundidad? ¿Te interesa la medicalización de la vida? ¿Eres profesional de la sanidad, las ciencias sociales o de la información? ¿O un proyecto de alguna de estas 3 cosas? ¿Y me gustaría ir a Menorca en septiembre?

Pues ahora tienes la oportunidad de poder inscribirte gratis en un curso de 20 horas sobre medicalización de la vida en la Escola de Salut Pública de Menorca.

PoliMedLabs, el laboratorio del polimedicado, convoca 3 becas para la inscripción al curso «Medicalización de la vida cotidiana» que tendrá lugar del 22 al 24 de septiembre en la Escola de Salut Pública de Menorca.

curso medicalizacion menorca

Las bases están disponibles a partir de este enlace:

 Diptico medicalización de la vida.

Tenéis hasta el viernes 25 de Julio para presentar las solicitudes.

 

¡Échale imaginación y suerte!.

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Taller ‘Medicalización de la vida cotidiana’

Los días 22-24 de Septiembre, la Escuela de Salud Pública de Menorca organiza, en colaboración con nuestro Laboratorio de Prácticas Innovadoras en Polimedicación y Salud, un curso/taller sobre «Medicalización de la vida cotidiana» durante la Escuela de Verano.

Podéis consultar el programa aquí. Las inscripciones se pueden hacer desde la web de la Escola.

El curso/taller no solo está dirigido a Profesionales de la salud, sino también a profesionales de la información y comunicación, a sociólogos y pensadores de la salud. Tanto en ejercicio profesional como estudiantes y formación especializada.

Hablaremos de las causas y consecuencias de la medicalización, sus orígenes históricos, su evolución hasta nuestro días, de menopausia y andropausia, de control social y de mercados, de disease mongering, de la responsabilidad de TODOS en los procesos de medicalización…

Analizaremos si la medicalización es un fenómeno reciente o antiguo, destriparemos algunas estrategias de mercadotecnica e incluso diseñaremos nuestras propias campañas de sensibilización de enfermedades.

Pondremos vídeos, analizaremos carteles publicitarios y artículos científicos, discutiremos las posibles salidas desmedicalizadoras y reflexionaremos sobre lo que es la salud y la enfermedad, la vida y la muerte.

Y al acabar el taller…

Y atentos, por que estamos preparando las bases para becar a 4 personas la inscripción al taller! No te lo pierdas!

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EL PASTILLERO DE LA PREYSLER Y EL DE TOMASA

Siguiendo el ejemplo de esta memorable entrada de Rafa Cofiño en su blog Salud Comunitaria, se me ha ocurrido reproducir un ejercicio similar para la segunda edición del curso “Polimedicación y Salud” que estamos llevando a cabo en nuestra plataforma formativa.

Partimos de esta noticia publicada en El Mundo: El secreto de su juventud. Preysler: ‘Tengo un pastillero para las cenas y otro para las comidas‘.

Las pastillas que toma: vitamina E, complejo vitamínico B, vitamina C, magnesio, colágeno, calcio y un compuesto llamado triconails (TM). Desconocemos si toma, además, algún medicamento.

Un resumen de su biografía, que podemos encontrar en Wikipedia, para conocer algunos detalles ignotos de su vida.

Pues bien. Isabel tiene 62 años. Los mismos que Tomasa, que vive en un pueblo muy humilde de 350 habitantes del norte de Cáceres, sin más equipamiento público que un ayuntamiento, un hogar del pensionista, la iglesia, un colegio de primaria con 8 niños de distintas edades, un par de bares, una farmacia-botiquín y el consultorio local. Su casa tiene 82 metros cuadrados y en ella vive su hijo, desempleado, de 43 años. Su hija, Carmen, de 38, trabaja como enfermera en Badajoz y desde que Tomasa está comenzando a tener problemas de corazón no para de ir y venir para cuidarla y llevarla a los médicos. Se ha trasladado a una habitación sin ventanas de la planta baja para no tener que subir escaleras, donde duerme sola.

Diabética y aquejada de múltiples dolores y achaques etiquetados a una depresión y ansiedad que enmascaran un síndrome del nido vacío, en el último año ha sufrido varias anginas de pecho y alún episodio de ictus transitorio, a pesar de un cataterismo con varios stents y la ingente medicación que toma: rosuvastatina, ezetimibe, aspirina a dosis antiagregante, metformina, bisorolol 2,5, Ticagrelor y pantoprazol. En total, 7 medicamentos, los mismos que toma Isabel Preysler.

Al ver que su madre comienza a tener fallos de memoria (no sé si por deterioro cognitivo de origen vascular o como consecuencia del sentimiento de vulnerabilidad o al secuestro de la autonomía al que le somete al ver a su madre desvalida) y que tanto cambio de pastillas la están volviendo un poco confusa, Carmen le prepara semanalmente el pastillero que le hemos cedido para que se organice con sus pastillas y no se confunda. Tomasa sigue haciendo la comida, pero cada vez se descuida más. Su marido, Ernesto, 12 años mayor que ella, es el que tiene que ir a la compra, pero la más de las veces se vuelve con la mitad de la compra sin hacer, y en casa apenas colabora. Las vecinas le echan una mano cuando Tomasa ingresa.

Imaginemos la vida de Isabel y la de Tomasa. La trayectoria vital de una y la de otra. Las circunstancias y condiciones de vida de una y de la otra. Y acabemos comparando el pastillero de una y la de la otra.

¿Qué diferencias hay entre los dos pastilleros, en cuanto a la gestión del mismo y sus contenidos? ¿Cuáles son los determinantes esenciales, las causas findamentales, de estas diferencias? ¿Es una cuestión de “genes”, como afirma Isabel? ¿”Somos lo que comemos”, como afirma Isabel? ¿Cómo crees que afrontan su salud estas dos maneras? ¿Qué expecativas de salud pueden tener?

¡Buena semana a todos!.

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¿ES NECESARIA EN ESPAÑA LA VACUNA DEL VIRUS DEL PAPILOMA PARA LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE CÉRVIX?

Pocos dudan de la bondad de las vacunas. Como de los fármacos, de las autovías, de los trenes de larga distancia, de internet y de la disponibilidad de farmacias. Como muchos de los productos de las sociedades de consumo, las vacunas han contrubuído a proporcionarnos bienestar y progreso.

Pero realmente, ¿podemos meter a todas las vacunas en el mismo saco? ¿Todas las vacunas son iguales?

Cuando hace unos años se comenzó a comercializar la vacuna del papiloma en España, rodeada de una inteligente pero falaz campaña promocional que anunciaba “el principio del fin del cáncer de cérvix”, la comunidad médica y científica pareció dividirse en dos: los favorables a su inclusión en el calendario vacunal y los que no. La historia se repite: parece como si no hubiera otro equipo de fútbol que el Barça o el Madrid o partido que el PP o el PSOE…

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Algunos expertos se cubrieron de gloria esgrimiendo argumentos manidos y sesgados y tachando a los que no pensaban como él de ignorantes.

El tiempo ha ido pasando y poco vamos conociendo más cosas sobre esta dichosa vacuna. Como que, salvo excepciones, la vacuna es segura. Pero también que la efectividad REAL de la vacuna en prevenir no ya cáncer (cosa aún no demostrada), sino lesiones displásicas graves, no es ni de lejos cercana al 90-100% (cifra mágica que se esgrimió por todos los expertos en los primeros años). Y que en aquellas mujeres que están previamente infectadas antes de poner la vacuna, la eficacia es completamente nula (e incluso dañina). Y que España no sólo es un país de baja carga de morbimortalidad por cáncer de cuello de útero, sino que los virus oncogénicos y los que son “protegidos” por la vacuna no campan a sus anchas (y por tanto, la vacuna no es una estrategia tan vital). Y que muchas más lesiones displásicas o premalignas de las que pensábamos regresan espontáneamente (gracias a la inmunidad natural) o no progresan a cáncer. Y que las mujeres que más enferman y mueren de cáncer de cérvix siguen sin beneficiarse de esta actividad preventiva.

En Granada, en el marco del congreso iberoamericano de Epidemiología y Salud Pública, debatiremos si realmente la vacuna del papiloma es realmente una estrategia tan eficaz y necesaria para combatir el cáncer de cuello de útero. Eso y muchas cosas más!

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